giovedì 22 gennaio 2009

Juan de Valdés-vida y obras-

Categoria: Biografía GER
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Escritor español, n. en Cuenca hacia 1498 y m. en Nápoles en el verano de 1541. Representante del iluminismo heterodoxo, interesa hoy más su perfil de hombre que su doctrina. Confesor de almas, llevó su propia inquietud espiritual a los selectos ambientes napolitanos y contribuyó con su enseñanza a una desviada renovación de la vida religiosa interior . Vida y obra. Su iluminismo. La juventud de V. se mueve un poco entre las sombras de la Corte, donde no llega a jugar el papel preponderante de su hermano En 1524 entró al servicio del marqués de Villena y en su casa sintió los primeros anhelos de reforma. Comienzan sus frecuentes contactos con los alumbrados y tiene como mentor espiritual a Pedro Ruiz de Alcaraz. Es probable que su estancia en la universidad de Alcalá, foco de erasmistas y simpatizantes con las nuevas experiencias místicas, contribuyera a exacerbar su ánimo ya predispuesto a la meditación y a la práctica intensa de la oración mental. En Alcalá estudió griego y se aficionó a la lectura de libros bíblicos, que tanto influyeron en él. En 1529 publica Diálogo de doctrina cristiana, piedra de escándalo para los auténticos católicos que denunciaron su obra a la Inquisición. Examinado el libro por un consejo de teólogos no se le consideró tan grave, aunque su prestigio quedó dañado y su ortodoxia puesta en entredicho. Parece ser que su marcha a Italia fue debida a motivos políticos, no religiosos ni de inseguridad personal. Establecido en Nápoles, llevó a cabo misiones diplomáticas para las cancillerías imperial y vaticana. Fue camarero de Clemente VII hasta que en 1535 centra su vida en Nápoles y se dedica, hasta su muerte, a la enseñanza de su doctrina y a escribir en castellano o italiano tratados místicos, exégesis de libros bíblicos y una obra filológica. . Hombre dotado de una gran sensibilidad y poseedor de un riquísimo mundo interior, V, supo rodearse de discípulos cultos e inteligentes. Ese fue su mayor pecado; porque a través de figuras como Carnesechi, Vermigli y Julia Gonzaga, la mística heterodoxa del maestro corrió como la pólvora y llenó de inquietud las almas de muchos cientos de italianos no tan bien pertrechados como los citados. La Inquisición, establecida en Nápoles pocos años después de su muerte, hubo de actuar enérgicamente, pues muchos de los alumbrados valdesianos olvidaron la pureza y buena fe del maestro y cayeron en groseras desviaciones o bien mezclaron intimismo con política con un resultado harto explosivo. Como escritor nos interesa el Diálogo de la lengua; como pensador y místico, el Alfabeto cristiano, Las ciento diez consideraciones divinas, el Comentario a la Epístola de San Pablo a los romanos y la Interpretaci6n de los Salmos. Desde un punto de vista literario, estas últimas obras no son un dechado de prosa; su forma contrasta negativamente con el conocimiento profundo que de los secretos de la lengua poseyó su autor. A diferencia de su hermano, J. de V. es el auténtico y logrado místico heterodoxo del iluminismo intimista. Sus relaciones con los alumbrados fueron frecuentes y se vio envuelto en procesos ruidosos, él, que según deducimos de sus obras fue un espíritu pacífico y predicador de una doctrina de total renunciamiento a las vanaglorias de la vida, la obra religiosa de V., su misma actitud ante la vida, no han despejado la incógnita de su entraña doctrinal: ¿fue V. un simple iluminado o un reformista?; ¿se le puede llamar protestante? Juzgando con ponderación su obra religiosa, no podemos hacer una afirmación tajante. V en su actitud ante la vida, en el gusto por los comentarios bíblicos, en los temas tocantes a problemas de fe, se acercó a los luteranos, aunque nunca se considerara un reformado. Debió ser hombre de gran inquietud, obsesionado por el enriquecimiento de su mundo interior y que acertó a comunicar ese desasosiego a otras almas como la suya sedientas de Dios. Podemos creer en su sinceridad y considerarle como un director de conciencias. El «Diálogo de la lengua». Si las obras religiosas de V, adolecen de graves defectos formales, son prosaicas y balbucientes, tienen un castellano maltratado por frecuentes italianismos y salvo el interés de época y el testimonio personal no servirán de modelo a nadie, en cambio todo lo contrario es el Diálogo de la lengua, escrito al margen de toda preocupación religiosa y nacido con el bello propósito de hacer asequible nuestra lengua al grupo de discípulos más allegados, Aunque la única razón fuera ésta, la obra, por su rara perfección, abarca unas inmensas posibilidades, La apología de la lengua, los secretos del casticismo, el habla jugosa y viva, la evocación en vivaz panorámica de las letras del momento, constituyen un documento fabuloso y único que pone al descubierto la grandeza de un idioma que estaba a punto de ser lengua universal, El Diálogo de la lengua es mucho más que una seca gramática: hay en él intentos filológicos, atisbos de ciencia del lenguaje, crítica literaria, todo ello sazonado por la visión certera del autor que corrige y precisa, Viene a ser una especie de manual del perfecto conversador escrito con mesura, gracia y conocimiento de causa, Por la elegancia de su estilo se puso en entredicho la paternidad de la obra, pero hoy la crítica más seria considera prudente atribuirla a Juan y no a Alfonso, porque la efusividad de éste contrasta con la absoluta imparcialidad que muestra el autor al conversar con sus oyentes italianos. J?sta es la obra lograda de v. y únicamente por ella merece un puesto en la historia literaria.
P. CORREA RODRÍGUEZ.
BIBL.: I. DE VALDÉS, Diálogo de la lengua, ed. de I. F. MONTESINOS, «Clásicos Castellanos», LXXXVI, Madrid 1928; M. MENÉNDEZ PELAYO, Historia de los heterodoxos españoles, 2 ed. BAC, Madrid 1965, 783-833; A. GONZÁLEZ-BLANCO, Juan de Valdés, el gran heresiarca español, Estudio XXVII, 1919, 355-405 ; E. CIONE, Juan de Valdés, La sua vita e il suo pensiero religioso, en «Biblioteca de Cultura Moderna», Bari 1938; L. I. PICCARDO, Acotaciones al «Diálogo de la Lengua», Montevideo 1941 ; I. DoMINGO DE SANTA TERESA, Juan de Valdés 1498-1541. Su pensamiento religioso ~ las corrientes espirituales de su tiempo, en «Analecta gregonana» 85, Roma 1957; D. RICART, Juan de Valdés y el pensamiento religioso europeo en los siglos XVI y XVll, México 1958; A. CASTELLAN, Juan de Valdés y el círculo de Nápoles, en «Cuadernos de Historia de España», XXXV-XXXVI, 202-273.

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